¿Qué habita en las almas de las mujeres que entregaron su vida a una causa? ¿Cuál es
la estela de Artemisia Gentileschi, Irena Sendler o Carolina Coronado?
Fátima Frutos exhuma verso a verso a estas y a otras mujeres, reales y ficticias, que
hicieron de la lucha por la dignidad el sentido de su existencia, y, al hacerlo, se busca a sí misma
en todas ellas. De igual manera se interroga sobre cómo sortear al Espacio y al Tiempo en el
recorrido hacia el Amor o cuáles son las leyes de la Física que contribuyen a que memoricemos
las experiencias eróticas. En las estrofas de Andrómeda encadenada se esconden los secretos
con los que la Naturaleza se hace presente en el deseo de unión de dos cuerpos. Finalmente, la
autora se pregunta qué parte de la eternidad somos y de qué modo accedemos a ella, e intenta
encontrar una respuesta de la mano de los grandes maestros de la lírica germánica, como
Novalis o Holderlin. Y siguiendo al gran físico y filósofo Carl Friedrich von Weizsacker, que le
sirve de guía desde el más allá, nos adentra en una concepción personal de un Universo infinito
pero acogedor. El objetivo último de todo ello es trazar