El fotógrafo sevillano Luis Casadevall dedicó más de una década a recorrer las calles de La Habana con su cámara. De ese trabajo surge Aún nos queda el alma, un
libro que recoge la selección definitiva de un archivo de más de 65.000 imágenes en blanco y negro. El resultado es un testimonio íntimo sobre la realidad de la capital
cubana, alejado del tópico y de la mirada turística. Con prólogo del escritor Leonardo Padura y textos de Mauricio Vicent, Chema Conesa, Toni Segarra y Tito
Muñoz, el volumen propone una lectura coral de Cuba a través de la fotografía. Padura define el proyecto como un relato comprometido y revelador: «Si el alma de Cuba permanece, es porque es un alma inmortal». Sus
palabras dialogan con la mirada de Casadevall, que convierte cada imagen en crónica visual entorno al pueblo cubano.