Estos versos tienen el interés de ser respetuosas al máximo con la poesía de ideas de Cavafis y de traer al recuerdo al poeta Jaime Gil de Biedma, cavafiano de la primera hora, amigo y mentor poético de Durán. Con esta edición, pulcra y minuciosa, al cuidado de Alejandro Duque Amusco, se recupera una interesante página de nuestra reciente historia literaria.