Manuel es un anciano que recibe una terrible llamada: su hija, que vive a cientos de kilómetros de él, ha sido asesinada. Sus dos nietos, Unai y Ainara, quedarán a su cargo. La niña, más pequeña, fue la que llamó a la policía cuando encontró el cadáver de su madre. Los tres deben acostumbrarse a su nueva vida, pero nada resulta fácil por culpa del horrible trauma que arrastran.