Este libro pretende reflejar unos años concretos (finales de los cuarenta hasta mediados de los sesenta), en una época de posguerra en un barrio obrero de la periferia (Corea) de una ciudad mediana (por ejemplo, Gandía), todo ello relatado desde el punto de vista de un niño, Pepito, hijo de republicano.Pongámonos en situación. Habiendo triunfado el golpe de estado contra la República, habiendo ganado la Guerra Civil, vino la paz, mejor dicho, la Victoria. Con ella, toda persona que fue leal a la República se le esperaba un futuro, en el mejor de los casos, imprevisible.Esa generación en que vivieron y sufrieron en primera persona, los que no pudieron exiliarse y pudieron pasar la criba del control franquista, continuaron viviendo en los mismos lugares de antaño, pero salieron de la barbarie vivida siendo otras personas.Las relaciones familiares y sociales quedaron bastante tocadas, la resignación y el silencio era el pan nuestro de cada día. Los hijos que vinieron después, primero no se hacían preguntas, pero crecieron entre el silencio, miedo, control y precariedad. Con todo, supieron divertirse a su manera