Habían pasado cinco meses desde la batalla contra Satanás. Ángel,
ahora más que nunca, se preguntaba quién era y quién estaría
dispuesto a luchar codo con codo junto a él. Solo quedaba saber
hasta dónde era capaz de llegar para defender a los suyos.
Bajo la amenaza de su excompañera Agnes y con la pendiente
venganza de su mayor enemiga, Patry, la hija de Satanás, lo único
que quería era que la pesadilla en la que se había convertido su vida
acabara. Una gran responsabilidad caía sobre sus hombros: ¿sería
capaz de matar a su mejor amigo en defensa propia?