Un fotógrafo casi secreto.
	 Poesía visual de sugerentes e inquietantes
	atmósferas de la España de los años 80 y 90.
	Manuel Bello (Guadix, 1957-Granada, 2009) fue un fotógrafo
	de culto, admirado por quienes conocieron su obra. Sin
	embargo, ajeno a las exigencias del mundo del arte, su trabajo
	apenas trascendió de un limitado círculo de iniciados. Trabajó
	como fotógrafo freelance mientras forjaba una obra personal
	evocadora, poética, intimista y onírica.
	«Son atmósferas que provocan, escenas o cosas que no
	intentan contar, sino sugerir. Casi nada se constriñe a un
	título, una fecha o un lugar. Es un trabajo que habita lo
	atemporal. No son instantáneas de nada, o no pretenden
	serlo. Es como si se tratase de evanescencias o efluvios a
	través de los cuales desarrollamos nuestra vida; o como si nos
	quisiera poner de manifiesto que, más allá de la evidencia de
	lo absoluto de la visión, existiese un umbral diferente, un
	estadio paralelo en el que todo es más bello e impreciso»,
	explica Rafael Doctor en la presentación de este libro.