Barcelona, 1958. La Policía detiene a la puerta de un hotel a Georges Laurent Rivara, agente de la banca suiza, que lleva años entrando al país sin que hasta entonces haya ocurrido nada. Su caída precipitará el mayor escándalo financiero internacional en lo que va de dictadura y pondrá en jaque a banqueros, empresarios, inversores y políticos en la España varada, y a la vez cambiante, de finales de los años cincuenta.