Evaluar la personalidad respecto a la tendencia a saltarse las normas, así como identificar los rasgos de personalidad que la modulan.
Ello tiene aplicaciones prácticas en tres ámbitos diferenciados:
Ámbito penitenciario: predecir reincidencia delictiva, realizar pronósticos de adaptación regimental y evaluar la eficacia de programas de tratamiento rehabilitador.
Ámbito forense: establecer un pronóstico de cumplimento de las medidas impuestas por el juez o tribunal en cualquier procedimiento judicial.
Selección de Personal: establecer la tendencia a desviarse de los procedimientos y protocolos establecidos en el desempeño del trabajo por dos motivos contrapuestos. Cuando es importante seguirlos: resistencia a sobornos o mordidas. Cuando no existen o conviene saltarlos, porque son secundarios o ambiguos: tareas creativas y/o centradas en el rendimiento por objetivos.