Dos lobos blancos caminan en la noche dejando sus huellas sobre la nieve,
	solo el silencio, que se rompe a veces pos sus pisadas, les acompaña.
	La bruma cubre la copa de los árboles
	De repente un aullido desgarra el silencio; su olfato les indica la dirección.
	Herida, junto a su lobezno, una loba permanece escondida.
	Los dos lobos cuidaran de ambos hasta que la madre pueda caminar...