«Este libro es un mensaje de autocuidado. Una llamada al abrazo de nosotras mismas con nuestras fortalezas y nuestras debilidades». ¿Has tenido la sensación de torpeza al hacer por primera vez una tarea y, tras seguir practicando, has ido adquiriendo más soltura hasta que llegas a sentir que la dominas? ¿A que sí? Pues con la maternidad pasa algo parecido. Las madres tenemos que darnos tiempo a crear nuevos hábitos y no torturarnos si no lo dominamos todo desde el principio. Es necesario aprender a manejar las expectativas y evitar que nos jueguen malas pasadas. Hay que soltar un poco el control y permitirnos flexibilidad de reacción. Además, ¿cuántas de vosotras antes de dar a luz pensabais en vuestra transformación física y ni se os pasó por la cabeza que fueseis a cambiar mentalmente? Sí, amigas, no solo el cerebro del bebé va cambiando, también el de quien lo cuida. Es por eso por lo que cada vez hay más estudios sobre el cerebro de la madre humana, un interesante campo en actual desarrollo. En esta obra se comparten varias investigaciones previas sobre los cambios encefálicos en otras madres mamíferas. Estos trabajos guiarán las reflexiones que aquí aparecen y nos ayudarán a aprender que una madre acaba siendo la mejor experta en su hijo, aunque eso no sea algo que ocurra de la noche a la mañana ni, por supuesto, de forma automática.