Aquel iba a ser un gran día para una pirata como Emma: ¡se iba de excursión al zoo! Preparó todas sus cosas y se llevó con ella a uno de sus pequepiratas. Lo primero que vieron fue el acuario marino y allí, entre otros muchos animales, se encontró con un tiburón que no paraba de llorar. Y Emma decidió ayudarle: tenía que buscar a una amiga a la que había perdido y el tiburón le fue dando pistas. ¿Lo conseguirá encontrar? Un gran libro ilustrado a todo color para los piratas más aventureros.